Cómo optimizar el espacio en los dormitorios juveniles
Cuando nos llega el trabajo de un proyecto residencial donde vive una familia con hijos/as, se realiza un estudio de sus dormitorios que debe responder a sus particulares necesidades. En esto tiene mucho que ver la edad de esos hijos e hijas, ya que no es lo mismo la habitación de un bebé, que la de un/a niño/a o la de un/a joven, porque a la hora de distribuirla, amueblarla y decorarla, el planteamiento es diferente.
En este post vamos a centrarnos en los dormitorios juveniles, que corresponde a esa etapa, podría decirse, que el dormitorio ya es el definitivo hasta que se independizan del hogar familiar. Es decir, no debería sufrir excesivos cambios, como podría darse el caso con la habitación de un bebé o con un dormitorio infantil que sí que aún tiene recorrido para evolucionar en cuanto a necesidades y, por tanto, en la elección de muebles y decoración.
Otro aspecto que caracteriza los dormitorios juveniles es que, como estudio de interiorismo, a la hora de plantearlo, ya debemos contar con la opinión del/la joven. Obviamente, en hijos más pequeños, son los padres quienes deciden lo que quieren y cómo lo quieren, pero con esta edad ya hay que tener en cuenta sus gustos para que se reflejen en su habitación que, a fin de cuentas, va a considerarse su refugio, su parcela más íntima dentro de la casa. En definitiva, debe reflejar su personalidad para sentirse a gusto, ya que es donde van a pasar más horas que en ninguna otra estancia.
La zona de estudio ha de situarse junto a la ventana para contar la luz natural.
Primeros aspectos a tener en cuenta en el dormitorio juvenil
Así pues, aunque hay un momento en el proyecto del dormitorio juvenil que debemos sentarnos con el usuario y conocer sus gustos y necesidades, sí que es cierto que hay ciertos aspectos que, como interioristas, responden únicamente a criterios profesionales. Estamos hablando de, por ejemplo, estudiar la planta del dormitorio y a partir de donde está situada la puerta, la ventana y/o el armario (si es empotrado), plantear cuál es la distribución del mobiliario más adecuada para potenciar la luminosidad o para facilitar la circulación dentro del dormitorio. O qué tipo de luminarias se van a necesitar según las diferentes escenas, algo que en los proyectos de iluminación de nuestro estudio tenemos muy en cuenta, en general, para todas las estancias de la casa.
Si hablamos de mobiliario, los que sí resultan imprescindibles en un dormitorio juvenil son:
- Cama
- Escritorio
- Armario
- Accesorios tipo estanterías
- Espacio de almacenamiento
Y como también pasa en otros espacios, va a influir mucho los metros cuadrados que tenga el dormitorio juvenil. Como siempre, cuanto más tenga, más va a facilitar ese planteamiento y las posibilidades de incluir más o menos aspectos, algunos de los cuales, a estas edades, suelen ser muy prioritarios, relacionados con sus hobbies y/o con sus amigos.
El dormitorio juvenil ha de reflejar los gustos y necesidades de su usuario.
La distribución recomendada para el dormitorio juvenil
Salvo que el dormitorio sea compartido con un hermano/a, partimos del hecho de que es individual y, por tanto, se necesita solo una cama. Ésta puede ser ya de tamaño grande (normalmente 1,35 cm) o la más habitual de 90 cm, en cuyo caso puede o no incluir la opción de contar con otra supletoria escondida debajo para cuando recibe algún amigo/a en casa. Teniendo en cuenta que es el mueble que más ocupa, lo recomendable es situarlo pegado a la pared más larga para dejar el mayor espacio libre de paso. Ah! Y no olvidar una mesita de noche o mueble alineado con la cama como punto de apoyo.
El segundo mueble importante con estas edades es el escritorio, que hay plantear con unas buenas dimensiones y espacio para almacenaje, tipo cajones y estantes para guardar y tener a mano sus cosas del día a día mientras estudia. En la medida de lo posible hay que situarlo lo más cerca de la ventana para que pueda disponer de la mayor cantidad de horas de luz natural. Aquí no hay que olvidar situar un punto de luz focal con una lámpara de sobremesa o flexo y unas cortinas para tamizar la luz directa del sol.
En cuanto al armario, va a depender de si es empotrado, en cuyo caso poco podemos decidir, más bien al contrario, nos va a condicionar la distribución. Si no, según el espacio disponible, lo compraremos o lo haremos a medida, con el diseño que queramos y lo situaremos donde más nos interese o aprovechando algún recoveco en la pared.
Es evidente que si el mobiliario lo hacemos a medida, las opciones de personalización y ajuste son mayores, y es algo que recomendamos, sobre todo, si las dimensiones del dormitorio son escasas. Eso sí, es fundamental que se respete el mismo hilo conductor en los acabados, colores, etc. para integrarlo con el mismo estilo del conjunto y que todo armonice estéticamente.
¡Espero que hayas disfrutado de la lectura!
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