JANA
Datos de la obra
Intervención: Reforma integral
Tipología: Piso
Superficie: 75 m2
Fotógrafo: Biderbost
Situado en el centro de Bilbao, en un edificio histórico de madera, este piso se reformó parcialmente para conseguir hacer realidad las peticiones de la propietaria en cuanto a la intervención en algunas estancias, como la cocina y los baños, sobre todo, e incluyendo cambios en la propia distribución.
A priori, la vivienda, en cuanto a la parte más estética, no contaba con ningún diseño y todos los revestimientos eran antiguos y muy pasados de moda. Sin embargo, se recuperaron y destacaron algunos elementos estructurales de origen, como los pilares y las vigas de madera vista de la entrada, el salón-comedor y el dormitorio juvenil.
La principal intervención se centró en modificar el baño enorme que había cerca de la entrada del piso y reducirlo, levantando un tabique con la idea de ganar un espacio de limpieza y lavado integrado en el salón con un mueble a medida que lo oculta perfectamente.
De frente a la entrada, se encuentra la cocina, para cuyo acceso se ideó un cierre de herrería con cristal que permite que la luz llegue hasta el recibidor. El plan previsto en la cocina se vio bastante alterado teniendo en cuenta que, con el derribo, apareció la montante del ascensor con la que no se contaba y hubo que rediseñar todo el mobiliario. La ventaja es que con ello se consiguió disponer de un botellero, petición de la propiedad, que inicialmente no podía incluirse por falta de espacio, pero que gracias a este imprevisto, sí se logró.
Todo el mobiliario de la cocina destaca por la sobriedad de la madera, aunque se buscaron dos contrapuntos, como el pie de la mesa en un color mostaza brillante, y el cubo verde integrado en el mueble mural principal y que sirve para destacar obra pictórica en el mismo lenguaje.
En el salón, se aprovechó la importante entrada de luz natural del ventanal y que, junto con la de la balconera del comedor, ilumina este gran espacio social del piso. Destaca la librería de color mostaza diseñada ‘ex profeso’ por el estudio para este hueco teniendo en cuenta, además, que se contaba con un peldaño de origen en la entrada y que debía integrarse en la librería, sustituyendo la madera por un revestimiento cerámico en un tono neutro, en línea con la paleta cromática base de todo el proyecto. De esta forma, el espacio de entrada, aseo, cocina y salón-comedor con zona de limpieza quedó perfectamente organizado.
En el dormitorio principal y en el juvenil es donde se incluyen unos originales y llamativos toques de color, también en las paredes del salón a la altura del arco del ventanal, así como en la hornacina creada para incorporar el lavado del baño principal. Este recurso de enfatizar zonas con forma y color es muy característico del estudio.
En el baño principal se optó por cambiar el revestimiento de la pared para dividir las zonas del inodoro y la ducha respecto al lavabo. Otro doble recurso muy funcional ha sido que el plato de ducha sea de obra y que la mampara no tenga perfilería, con el objetivo de dar continuidad visual y agrandar el espacio.
En cuanto a la iluminación, el proyecto cuenta con luces generales y homogéneas para iluminar hueco (mediante plafones) en el salón, siendo regulables en intensidad para conseguir el confort deseado en cada momento. La luz más técnica se destina a enfatizar los paños de pared o para iluminar el interior de los armarios. En general, el color de la luz tiende a ser cálido, salvo en la cocina que se opta por un poco más natural al ser una zona de trabajo.
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